Escritos

Había una vez, un ángel con las alas rotas. Ese ángel se llamaba María. Tenía las alas tan rotas, y el corazón tan grande, que este mundo era muy poco para ella. Tras mucho dolor, una noche salió al balcón. Y sin acordarse de que tenía las alas rotas, decidió volar. Su objetivo era estar con los demás ángeles. Lo cumpliste, María.

Casi un año después, he vuelto a escuchar esa canción tan triste  que nos unía. Con el corazón reconstruyendose,  prometo soltar la última lágrima,  prometo no culparme nunca más.  P.D.: está promesa tampoco la voy a cumplir. 

Era madrugada. Y por primera vez, volviste. Me has destrozado más de lo que ya estaba. Has vuelto a romperme en mil pedazos. ¿qué digo? Mil son pocos, en millones y aún así me quedo corta. Corre el rumor que la verdad duele, pues hoy soy capaz de corroborarlo. Prefería seguir engañada el resto de mi vida, a enterarme de que te perdí por un estúpido resbalón.  Que no querías realmente. Que sólo querías que fuera uno de esos recuerdos de mierda que no se le cuentan a nadie. 

Vuelta a empezar. Vuelve a asimilar tu dolorosa pérdida. Esa que llevo más de 7 meses intentando superar. Pero jamás lo conseguiré. Porque siempre vuelves y termino volviendo atrás.  Jodido tiempo,  no todo lo curas cada día me puteas más. 

Ya no se por quien . No se si por mi, por ti o por ella. Tampoco se cuando . Cuando decidí volver a este jodido pozo sin fondo alguno. Ni donde . No se donde dejé ese hilo finísimo de esperanza. No me perdonaré, el cómo . ¿cómo me he dejado caer con tanta facilidad? Y mucho menos, se el por qué . ¿Por qué me has dejado tan sola?

Directo y al grano: Me siento sola.